martes, 4 de diciembre de 2012

Napalm ideológico

 

Ayer fue el día internacional de las personas con discapacidad. Hemos visto estos días como miles de personas se han manifestado en contra de los recortes a las ayudas para personas con discapacidad y los retrasos en los pagos del Gobierno y Consell. El president Bauzá tira balones fueras, pide disculpas en un ejercicio de hipocresía cristiana culpando al anterior gobierno. La realidad, el PP está rompiendo deliberadamente los lazos de solidaridad en nuestro país, atacando al eslabón que más protección social y amparo institucional necesita.


Nunca en tan poco tiempo se había deteriorado tanto nuestra estructura social y productiva. En un año y medio en nuestra comunidad y tan sólo 13 meses a nivel estatal la calidad de vida, el trabajo y el bienestar social se destruye a un ritmo de vértigo por las políticas del PP. Unas políticas que utilizan la crisis como excusa para hacer un desmontaje de nuestro Estado del Bienestar.

Los economistas suelen hablar de las crisis como oportunidades. Y está claro que lo son, pero para quién. Para los ciudadanos/as desde luego no. Son una nueva vuelta de tuerca para empobrecer todavía más a la sociedad, generar más brechas y desigualdades, y que los poderes financieros se enriquezcan a través de la socialización de sus pérdidas y sus deudas.

A esta ofensiva en lo económico y social, le hemos de añadir la contra-reforma ideológica, ultra-conservadora en el terreno de la eticidad pública .
Es en estos momentos de desasosiego, de schock la derecha europea, capitaneada por Merkel encuentra la oportunidad para lucrarse con el desmontaje de nuestro Estado del Bienestar tal. 
 
Un Estado del Bienestar que se generó a través de las alianzas, que garantizaba desde lo público la igualdad y la cohesión social. A día de hoy, el decreto ley y la imposición ha sustituido al diálogo sincero. A la democracia.

Y nuestros gobernantes del PP distan mucho de preocuparse por resolver las desigualdades, todo lo contrario, las agravan cuando recortan becas de comedor, de transporte, las becas de estudio. Cuando recortan un 15% la prestación de la ley de la dependencia, cuando el gobierno deja de pagar las cotizaciones sociales de las personas cuidadoras, en su mayoría mujeres, o eliminan las bonificaciones para que las personas puedan conciliar y coger excedencias por cuidado de sus hijos menores.


Recortes en el plan 0-3 años en el que tanto trabajamos los socialistas los últimos años, siendo estas políticas fundamentales para fortalecer nuestro Estado del Bienestar y romper con roles milenarios que nos han situado a las mujeres en la esfera reproductiva y privada, recortes en políticas de conciliación, en igualdad, en la lucha contra la violencia de género, con un 27% menos de presupuesto estatal para luchar contra esta lacra. Por no hablar de las políticas activas de ocupación, las reformas en educación, en sanidad, volviendo a un sistema donde miles de mujeres económicamente dependientes de sus maridos han sido excluidas del derecho a la salud, y sus cartillas del médico están vinculadas a las de sus maridos, todos estos recortes injustos hacen que esta crisis recaiga sobre las espaldas de los más vulnerables, entre las que nos encontramos las mujeres.

El PP es como el napalm con nuestras conquistas sociales y todo lo que tenga que ver con políticas de igualdad.

En Mallorca Lo hemos visto en el Consell, con la supresión de la Dirección Insular de Igualdad -organismo de igualdad creado la pasada legislatura por el compromiso de Francina Armengol con la igualdad entre mujeres y hombres- organismo desmontado por María Salom,  dejando huérfanos a los Ayuntamientos en la promoción activa de estas políticas. No renovación de las agentes de igualdad, clausura de la Escuela feminista Genérica, el Plan de Igualdad el cajón, un Plan estratégico que no se impulsa y que Cirer todavía consulta con su confesor. No se ha convocado ni una sola vez al Consell de la Dona insular, ni la comisión de transversalidad.

Eso sí, en su lugar han creado una nueva dirección insular de caza, con la que hacer clientelismo y regarlos de subvenciones para que puedan comprar cartuchos. Más de 300.000 € en subvenciones para cazadores.

Un gobierno autonómico insensible, testosterónico, con consejeros que nos hacen avergonzar a nivel internacional, que no tiene ni una sola mujer consejera. Con un IBD degradado por la falta de capacidad y liderazgo de su directora, con un presupuesto cada vez más reducido, recordemos que este año tendrá así 400.000 € menos, y esto incidirá en la calidad del servicio y apoyo a las mujeres víctimas de violencia de género.

Sin embargo, los golpes más duros vienen de la mano del ministro Gallardón, enemigo público de la igualdad, artífice de este viaje en el tiempo que nos retrotrae a tiempos de infausta memoria.

Con una reforma de la ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo que volverá a penalizar la voluntad de las mujeres, pretendiendo ir más allá de donde su padre se atrevió a llegar, planteando la eliminación del aborto en caso de malformación fetal. Cinismo e hipocresía de quienes defienden el derecho a la vida del no nacido pero abandonan a su suerte a personas con discapacidad y dependientes. ¡Preocúpense un poquito más de la vida digna de los presentes y dejen de joder al personal!

La implantación de tasas judiciales excluirá a millones de personas a la tutela de la justicia, nos privarán de un derecho básico en democracia, y lo que es más peligroso aún, y disuadirá a miles de víctimas de violencia de género de separarse de su agresor. Obligará a que las víctimas se lo piensen dos y tres veces antes de separarse de su agresor. El Partido Socialista presentamos la semana pasada en el Parlamento una propuesta para que las mujeres víctimas quedasen exentes del pago de tasas judiciales en los procesos civiles, propuesta que fue rechazada por el PP.

Nunca en un año se había hecho tanto daño a nuestro Estado del Bienestar y nuestra democracia.

Los y las socialistas desde las instituciones, desde el trabajo de partido en la calle, con nuestra militancia, con entidades y desde la movilización social, hacemos todo lo que está en nuestra mano para denunciar estos atropellos, bien a través de recursos a la justicia (caso del tasas de la justicia, reforma laboral) acudiendo al Tribunal Constitucional. Mientras tanto, presentamos nuestras propuestas y alternativas en los grupos municipales, del Consell y parlamento para frenar esta oleada destructora y poniendo nuestras alternativas sobre la mesa. Alternativas que el rodillo de la mayoría absoluta del PP hacen imposible cuajar, aunque sorprendentemente, en el caso del Consell de Mallorca, alguna que otra vez el equipo de Gobierno de María Salom se sume a nuestras propuestas económicas para hacer sostenible la institución. Quizás la lectura tenga que hacerse más en clave de desavenencias y conspiraciones internas que no por lealtad institucional y defensa del Consell de Mallorca.