martes, 25 de octubre de 2011

Diciembre es siempre extraño


Por cambiar un poco de tercio, esta sectaria ideológica y flamígera política, comparte un poema de David Gómez Cejudo. Sí, se me ve el plumero, y barro para casa. Pero lo cortés no quita lo valiente, y su calidad, es evidente.

Diciembre es siempre extraño.


La lluvia cae sin parar y escurre allá fuera
su cuerpo cristalino en un torrente
de arrumacos de asfalto y chapoteo errante.

Murmulla calle abajo transitando el misterio
de las aceras nocturnas de un diciembre extraño,
como son todos los diciembres,
Y en su adiós continuo, el suicido de las gotas
que cantó Cortazar, estremece el sentido
de cualquier cuerpo estable.

y como siempre, me dices en diciembre
que cambie las camisas de armario,
y yo siempre protesto, diciembre es siempre extraño.

Las paredes son blancas, cubiertas de puntos sombreados,
dado el efecto de los focos del techo sobre el gotelé.
Y ya no sé cual fue el primer recuerdo
que retuvieron mis ojos de ese lugar,
ni el instante se presencia para darme esa imagen.
Sólo, con mi eco y mi sombra en las paredes,
y el silencio, la única compañía que prevalece.

Ella marchó a hacer la compra,
-No saber quise de nombre. Nunca quise saber nada.-
Y la lluvia cayendo sin parar, escurre allá fuera
su cuerpo cristalino en un torrente
de arrumacos de asfalto y chapoteo errante.

Murmulla calle abajo transitando el misterio
de las calles nocturnas de un diciembre extraño,
como son todos los diciembres,
Y en su adiós continuo, el suicido de las gotas
que cantó Cortazar, estremece el sentido
de cualquier cuerpo estable,
y como siempre, me dices en diciembre
que cambie las camisas de armario,
y yo siempre protesto, diciembre es siempre extraño

No hay comentarios: