sábado, 3 de septiembre de 2011

Manuel Onieva apunta maneras


El pasado jueves el equipo de gobierno del ayuntamiento de Calvià solicitó al pleno poder acogerse a una línea de crédito ICO que ha impulsado el gobierno central para poder pagar facturas pendientes a pequeñas y medianas empresas. Desde el Grupo Socialista municipal nos abstuvimos de manera responsable, porque vemos con buenos ojos la medida impulsada por Zapatero para facilitar crédito para pagar y dinamizar la economía desahogando a muchas empresas del municipio.

Nuestra crítica se centró en que el espíritu de tal crédito, para pagar de manera preferente a pequeñas y medianas empresas, se pervierte. De los 2,2 millones de euros que solicita el Ayuntamiento de Calvià, la mitad se los llevan 2 empresas ‘macro’: Tirme y Acsa-Agbar.

A diferencia de lo que han hecho otros gobiernos socialistas en Mallorca, en Calvià este año nos han subido el IBI un 20%. No me posiciono en contra del impuesto redistributivo, pero optar por congelarlo, al menos a la mayoría de los vecinos y vecinas del municipio, hubiera sido una alternativa positiva en tiempos de crisis. El Ayuntamiento recauda más porque aumenta este impuesto y no obstante, a día de hoy, está tan asfixiado que no puede hacer frente ni a los gastos corrientes y por ello solicita al crédito del Estado ICO.

Esta asfixia, tras 8 años de gobierno del PP en Calvià, provoca daños colaterales más que preocupantes que están relacionados directamente con los posicionamientos ideológicos de este partido. Con la excusa de la crisis, con descaro, se proponen hacer lo que no se hubieran atrevido a hacer en otras circunstancias: ser absoluta, pura y duramente ultraliberales, o lo que es lo mismo, reducir a la mínima expresión el gobierno de tod@s. El primer paso, los servicios públicos y las ayudas. Esto lo saben bien las familias de los niños y niñas en edad escolar. Hay malestar generalizado y preocupación, me explico. Existe una convocatoria para acogerse a las ayudas de libros de texto que a 3 de septiembre no se ha pagado. La incertidumbre de las familias es paralela al cabreo de sentir que se les están tomando el pelo, ya que el PP les envió una carta en mayo para “recordarles” que seguirían impulsando las ayudas a la compra de libros, que dicho sea de paso, fue una propuesta socialista que ‘adopto’ el PP.

Gobernar es priorizar, y la educación es prioritaria, al menos para los y las socialistas. Es en los tiempos complejos donde uno ha de hacer de la necesidad, virtud e intentar garantizar la igualdad de oportunidades, la cohesión social y algo tan fundamental como la educación y políticas sociales.

Me temo que ésta puede ser una legislatura de muchas sorpresas, y no precisamente agradables para la mayoría.

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