lunes, 22 de diciembre de 2008

Por fin encuentro un hueco para escribir en el blog... Desde la entrada de las 65 horas no había vuelto a escribir nada. Respecto al tema, podemos respirar algo aliviados, ya que la propuesta de las 65 horas fue votada en contra.

Ha sido una semana interesante desde el punto de vista político, y donde he tenido la ocasión de escuchar a uno de los sociólogos más importantes actuales como es A. Giddens. Gran orador, el teórico de la 3ª vía, vía que no comparto en absoluto y que ha conducido al laborismo inglés al borde del abismo, expuso su diagnóstico sobre las diferentes crisis que están teniendo lugar de manera simultánea. Giddens sorprende por su moderación y discurso poco comprometido con la izquierda, a la cual desdibuja en ese paradigma conceptual que él llama ahora el centro radical. me sorprende que este autor haya pasado de un realismo utópico, después la 3 vía (la panacea de la gestión política del capitalismo en un mundo post telón de acero), y ahora habla del centro radical. Supongo que a este señor de radical, le queda eso, el adjetivo.

En su análisis sobre Europa y su papel entre dos gigantes como China y EE.UU no habló de la rearticulación del poder desde un punto de vista global, no habló de la gobernanza, no habló de ciudadanía, de refundar el sistema desde la justicia social, desde la solidaridad.

A pesar de ser un firme defensor de Europa, no como una mera suma de países sino como organismo supranacional, que responde a criterios diferentes a los de Estado nación, pareciera como si la teleología del progreso tecnológico fuera a reconducir los diferentes ritmos, y por si mismo, compensara los déficits democráticos. Una Europa social ha de ser una Europa democrática, y aunque no nos gusten los resultados de los referéndums, como ocurrió en Irlanda, no podemos repetirlos ad infinitum hasta que los resultados satisfagan a los elitistas que piensan cómo debe ser Europa. No se puede cuestionar el procedimiento del referendum alegando que mucha gente no vota. Eso sencillamente es, indecente.

Ya le va bien a Rajoy que un socialdemócrata como Giddens le de herramientas teóricas para hacer pensar que los viejos esquemas de izquierda y derecha no nos sirven. No hace muchos años a muchos se les llenaba la boca hablando del centro político, entendiendo éste como categoría política. Supongo que se lo debemos a este intelectual, que viviendo del Eidos (mundo de las ideas), se ha olvidado de los compromisos de la izquierda.

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